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¿Qué es la Gimnasia Facial?

El envejecimiento del rostro es, sin duda, una de las mayores preocupaciones de todas las mujeres. Y en la batalla para luchar contra las arrugas.


Si bien es cierto que en el mercado podemos encontrar un buen número de cremas, sérums y demás tratamientos cosméticos con los que crear una buena rutina facial que enmascara nuestra edad, en los últimos años se ha popularizado un método mucho más barato y natural para luchar contra el envejecimiento: la gimnasia facial.


En nuestra cara existen más de 50 músculos que movemos constantemente pero nunca ejercitamos. Como sabes, los músculos que no se ejercitan, pierden tono, mientras que el movimiento te permite fortalecerlos. Pues igual que haces con los músculos que tienes en brazos, piernas o abdomen, ¿por qué no hacerlo con los que tienes en el rostro?


La gimnasia facial, practicada con regularidad y constancia, te permitirá mantener los músculos de la cara firmes y elásticos con lo que conseguirás corregir la flacidez y mitigar las arrugas. Además, con la gimnasia facial activas la circulación sanguínea, un aspecto que aumentará los beneficios de las cremas. Sin olvidar que conseguirás relajar tensiones.


Practicarla también ayuda a disminuir la tensión que se genera cuando realizamos ciertos gestos. La zona frontal, interciliar, que es la que se encuentra entre las cejas, periocular o la bucal son algunas de las zonas en las que se puede generar una gran tensión y que podemos llegar a relajar gracias a esta práctica.


Mediante este fitness facial se fortalecen y se engordan los músculos, se otorga volumen a los labios y se lucha contra la gravedad, al tiempo que se aprende a respirar y a relajarse.


¿Cómo puedo hacer gimnasia facial?


Lo primero que debes saber es que son ejercicios que tienen que realizarse con calma, siendo consciente de cada movimiento. Son unos minutos en los que es importante estar relajado y olvidarse del reloj, ¡colócate delante del espejo y disfruta del tiempo que te dedicas! Puedes optar por realizarlos al final del día ya que al relajarte haciéndolos liberarás también la tensión acumulada durante toda la jornada.


En cuanto a la frecuencia, dos veces por semana es una buena opción para comenzar, después podrás incrementar la frecuencia si así lo deseas y practicarlo siempre que notes tensión.


Asimismo, al igual que en cualquier tipo de deporte o ejercicio físico que vayas a realizar, lo primero y más importante es el calentamiento. Aunque creas que puedes saltarte este paso, es fundamental. Puedes realizar un suave masaje con las yemas de tus dedos para estimular la circulación. Una buena opción es hacerlo aplicando tu crema hidratante habitual, aplícala con movimientos ascendentes sobre las zonas que desees ejercitar y le aportarás hidratación, luminosidad y frescura, beneficios extra que tu piel agradecerá.


Al igual que ocurre con los ejercicios corporales, para poder sacarle partido a la gimnasia facial es necesario que seamos constantes o, de lo contrario, no veremos ningún tipo de resultado. Además, para maximizar su efecto, es recomendable que combinemos estas sesiones de ejercicios con una buena rutina de belleza.


Las sesiones de gimnasia facial pueden realizarse en cualquier momento del día, ya sea en la mañana o en la noche. Aunque, eso sí, antes de empezar es conveniente que tengamos nuestro rostro limpio y bien hidratado, así que no te olvides de usar tus cremas y sérums.


Beneficios de la gimnasia facial:


- Uno de los motivos por los que ejecutar la gimnasia facial es que normaliza la circulación de sangre y linfa gracias a la liberación de tensiones musculares. En nuestro rostro hay miles de capilares que, cuando existe tensión en los músculos, se bloquean de manera que nuestro rostro no se nutre de manera óptima. Gracias a esta práctica podrás solventar este problema.


- Otro de los usos recomendados de la gimnasia facial según los expertos es para fomentar la rehabilitación en procesos de parálisis neuromuscular facial.


Algunos ejercicios de gimnasia facial.


- El payaso: un ejercicio para acabar con las arrugas y líneas de expresión de nuestros labios. Para realizarlo, tan solo abre la boca de forma horizontal y muy exagerada y repite dos veces.


- Contra las arrugas de los labios: pronunciar 10 veces y en voz alta las vocales: A, E, I, O, U estirando la boca al máximo. Repetir diariamente en la mañana y en la noche.


- Tonificar la piel del rostro: cierra tu boca y mueve tu lengua de derecha a izquierda y viceversa en repeticiones de 10. Un ejercicio sencillo que te ayudará en esta tarea.


- La sorprendida: si lo que quieres es combatir las bolsas y patas de gallo, abre mucho los ojos, pero, muy importante, sin arrugar la frente. Repite dos veces.


- Para las arrugas de la frente: en este ejercicio situaremos las yemas de los dedos sobre las cejas y las moveremos de arriba abajo durante unas 15 veces (que podemos ir ampliando al paso de los días, hasta llegar a 50 veces) sin retirar los dedos de esa zona. Este ejercicio también nos permite reducir las patas de gallo del orbicular del ojo.


- Mejorar cuello y papada: coloca tus manos de manera horizontal en la base del cuello, eleva tu rostro mirando hacia el techo y frunce los labios, así podrás ejercitar estas zonas que, en ocasiones, resultan más conflictivas. Otro ejercicio que puedes realizar es girar lenta, y de manera alternativa, la cabeza hasta que se alinee con cada hombro. Una vez se produzca esto último, succiona tus mofletes hacia dentro poniendo la tan conocida “cara de pez”. Unas 15 repeticiones serán suficientes para ir notando poco a poco sus efectos.


Si deseas centrarte en la zona de la papada de manera específica puedes levantar la barbilla, colocar tu mano debajo de los músculos de la mandíbula y estirar hacia delante y arriba.


- Las mariposas: de la frente, pasamos al entrecejo. Para eliminar los síntomas del envejecimiento, desliza el índice y el pulgar con firmeza a lo largo de las cejas. Con el pulgar, alisa las patas de gallo y, después, repite.


- La serpiente: para eliminar la flacidez de nuestras mejillas y lucir un rostro firme, aflojá dientes y mandíbula y coloca la lengua detrás de los dientes superiores. Repite dos veces.


- Contra los párpados hinchados y las bolsas de los ojos: apoyar los dedos en las sienes y cerrar con fuerza los párpados durante 10 segundos, en la derecha y en la izquierda (repetir 5 veces en cada sentido). Para terminar, cerrar los ojos y procurar relajar al máximo los rasgos.


- La lechuza: pon los dedos en el arco ciliar y la parte superior de los pómulos y mantén los ojos bien abiertos, como, efectivamente, una lechuza. Ciérralos y vuelve a abrirlos, repite una vez más y listo: ya has dado el primer paso para acabar con las bolsas y ojeras y tonificar el contorno de los ojos.


- Para evitar o minimizar las ojeras y bolsas: intenta cerrar los ojos con el párpado inferior sin mover el superior y sin fruncir el entrecejo. Sube y baja el párpado de abajo 15 veces, lentamente. La última vez que lo subes, cuenta hasta 15 con el párpado subido y después déjalo totalmente relajado.


- Tratar el contorno de ojos: como si estuvieras tecleando en un ordenador, realiza este movimiento con los dedos comenzando por la zona donde suelen aparecer las bolsas, sube hacia las cejas y completa el ejercicio cerrando el círculo.


Al igual que debes iniciar calentando tus músculos, es importante que los relajes una vez finalices tus ejercicios. Realiza un nuevo masaje con las yemas de tus dedos y, tras este, cinco respiraciones abdominales lentas con los ojos cerrados.





Referencias Bibliográficas

 
 
 

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